La noche del sábado fue inolvidable para los seguidores de Miley Cyrus. Vestida de ajustado azul eléctrico, la artista de 29 años se plantó sobre el escanario de Lollaplaooza con actitud de rockstar. Comenzó cantando su éxito «We can´t stop», pero al poco andar fusionó el tema con «Where is my mind», un cover de Pixies.
Cyrus fue de esas artistas generosas con el público, pues frente a la verdadera euforia generada, hizo de todo para complacer a los presentes: se puso una ropa que le dio gente del público, se esforzó por tomar los regalos y dedicó tiempo para leer los carteles de sus fans. Incluso saludó a uno por su cumpleaños.


También dio señales de lo especial que era este concierto para ella: «Este show es muy especial para mí. No he tocado en vivo en los últimos años«, antes de destacar la evolución reflejada en el público desde la última vez que estuvo en Sudamérica.